Identidades de las diásporas afro-indígenas en Brasil (2016/1)

Por un lado, se afirma que la crisis de las identidades marca el final del siglo XX. Por otro, se percibe el resurgimiento de los procesos de formación de identidad como principios esenciales de la vida personal y la movilización social en el ámbito de la globalización. En lugar de identidades estables y bien definidas, se asiste hoy al surgimiento de identidades múltiples, inestables y muchas veces sin referenciales geográficos definidos. La reinvención de las diferencias inherentes a la era globalizada se efectúa en diversos niveles. Localmente, a veces ésta se traduce por el exacerbamiento de los particularismos de identidad. Surgen entonces procesos de formación de identidad marcados por hibridismos nunca totalmente consistentes o uniformes, fragmentados, discontinuos, amalgamas singulares de múltiples espacios de formación de la identidad. Hay un claro desplazamiento de las identidades sustraídas de su territorialidad original hacia los hibridismos de la multiterritorialidad. Las identidades de la diáspora se presentan como una suerte de laboratorio de las experiencias socio-espaciales pos-modernas que conviven de manera paralela con la debilitación de los Estados nacionales, la fluidez económica y los hibridismos culturales. Las identidades de la diáspora forjadas en Brasil permiten así una relectura de la historia social y cultural brasileña. El concepto de diáspora, delicado y resbaladizo, busca considerar la agencia en el análisis procesalista y situacional, involucrando las poblaciones afro-brasileñas y amerindias. La historia de los afro-descendientes y de los indígenas brasileños, percibida en esa perspectiva, considera los acontecimientos sociopolíticos, los espacios culturales, las fusiones, las ficciones, los desplazamientos, los territorios de partida y llegada, las variables que marcan los sujetos en acción antes, durante y después de integrados a un determinado territorio. Eso permite aclarar mejor cómo las identidades son apropiadas y reapropiadas por los grupos que se encuentran en condiciones de diáspora. Durante mucho tiempo las diásporas impuestas, resultantes de los procesos de colonización y esclavitud, fueron percibidas como parte de una sola diáspora, la diáspora negra. Sin embargo, en Brasil los pueblos indígenas se vieron muchas veces en situación de diáspora, tal como los negros, precisamente por la especificidad de sus historias de contacto. Ese es el caso, sin duda alguna, de los indios del nordeste. Substraídos de sus derechos y viviendo en situación de diáspora en su propia tierra.